Cada vez que queremos volver al blog y añadir escritos, algún contratiempo de la vida nos sucede. O incluso tragedias mayores e innecesarias (como las bombas del maratón de Boston, los accidentes en las fábricas/talleres de Bangladesh y Texas, las guerras de tantos países) que quitan a uno las ganas de escribir en clave positiva. Son los misterios de la vida humana, las sombras de los pecados (individuales y colectivos), las situaciones incomprensibles...
En medio de todo esto, este fin de semana que pasó celebramos fechas signficativas para nuestra familia. Por azares de la vida (¿o designios de Dios?), el cumpleaños de nuestra hija Ana ocurre un día antes de la muerte del papá de Tere. Y, en el mes de Julio, nuestro aniverario de bodas se celebra un día de después de la muerte de mi papá.
Aunque en ambos casos los acontecimientos sucedieron en diferentes años, el paso del calendario nos recuerda lo sucedido con una cercanía de horas. Momentos de celebración y de sacudida espiritual, de alegrías y de dolor, de esperanzas y de abandono, mezcla de sentimientos y emociones que se alternan en rápida sucesión...
Estamos seguros que similares experiencias acompañan la vida de muchas otras personas. Todos tenemos estos acontecimientos que nos toman por sorpresa y nos conmueven hasta lo más profundo. Y es muy probable que otros tengan (o hayan tenido) experiencias aún más difíciles de asimilar.
Hoy, casualmente, recibimos un correo electrónico de mi tío Pepe, que nos re-envía un escrito del Fraile Franciscano David Convertino titulado "Números del Corazón". El escrito, en Inglés, habla de cómo recordamos los números de las fechas sobre acontecimientos negativos. El autor menciona como ejemplo bien conocido, al menos en el mundo angloparlante, la cifra 9/11 (refiriéndose a los ataques terroristas del 11 de Septiembre de 2001).
Pero, la idea más interesante del artículo, y la más motivadora, es la invitación a poner el mismo énfasis en recordar fechas alegres, positivas, que llenan de esperanza. Los seres humanos tenemos una tendencia, casi enfermiza, a fijarnos en los sucesos negativos. Pero al hacer esto nos olvidamos de los muchos momentos bonitos y positivos que nos rodean.
A lo mejor en el futuro ponemos en el blog una versión condensada de este bonito artículo del Fraile David, pero por el momento nos quedamos con su invitación a recordar fechas positivas. E invitamos a cada persona a recopilar sus propias fechas, importantes para cada uno, para la familia, para los amigos... En medio de las oscuridades de la vida es bueno esforzarse, aunque sea en algunos momentos, por resaltar lo mucho que también hay de positivo.
Pero, la idea más interesante del artículo, y la más motivadora, es la invitación a poner el mismo énfasis en recordar fechas alegres, positivas, que llenan de esperanza. Los seres humanos tenemos una tendencia, casi enfermiza, a fijarnos en los sucesos negativos. Pero al hacer esto nos olvidamos de los muchos momentos bonitos y positivos que nos rodean.
A lo mejor en el futuro ponemos en el blog una versión condensada de este bonito artículo del Fraile David, pero por el momento nos quedamos con su invitación a recordar fechas positivas. E invitamos a cada persona a recopilar sus propias fechas, importantes para cada uno, para la familia, para los amigos... En medio de las oscuridades de la vida es bueno esforzarse, aunque sea en algunos momentos, por resaltar lo mucho que también hay de positivo.
2 comentarios:
Compartir lo positivo, lo hermoso, lo que da Esperanza a nuestra vida debería ser una constante para todos. En los sucesos de Boston, un policía dedicó unos minutos para buscar leche a una bebé de una de las familias que estaban confinadas en sus casas. Un simple gesto, bien sencillo, pero qué hermoso. Muy buena la reflexión de ustedes, y muy oportuna. Anoche recibí una cadena de oración para que los médicos e investigadores encuentren la cura al cáncer, hoy supe de la muerte de una persona cercana debida a ese mal. Entonces pensé que la cadena de oración surtirá efecto palpable en algún momento, pero que al unirnos a ella, también nos preparamos para el "mientras tanto no se encuentre la cura". La vida es siempre hermosa, digna, un don, aún en la muerte y el dolor.
Me gusta la foto, es muy positiva.
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