POR LA GRACIA DE DIOS

Se cumplen hoy 8 años de la ordenación sacerdotal de mi hermano Julio Alberto. Recuerdo la emoción de aquella mañana de sábado a las 11 am en la Catedral de Santa Clara. Recuerdo de manera especial los sentimientos encontrados que teníamos todos, pues papi había muerto un año antes, de manera súbita e imprevista. Sin poder ver este momento en la vida de Julio, que tanto le hubiera gustado vivir. Muchas cosas pasaban por nuestras cabezas en esos instantes, mezcla de alegría y dolor. Como tantas cosas en la vida.

La frase que Julio escogió para el recordatorio de su Misa de ordenación sacerdotal se basaba en la Primera Carta de San Pablo a los Corintios, capítulo 15, versículo10: "Soy lo que soy por la gracia de Dios".

Confieso que esta frase a mi me intrigaba un poco. En el lenguaje popular cubano, el decir cosas como "Soy lo que soy" tiene en ocasiones una connotación de alarde, autosuficiencia, justificación de uno mismo... 

Claro, que en el caso de San Pablo, la frase tiene una segunda parte, la más importante: "por la gracia de Dios". Y ya esto cambia enormemente la totalidad del mensaje. Porque aceptar que, por la gracia de Dios, somos lo que somos, ya es otra cosa. Es reconocer la mano del Señor en nuestras vidas. Es agradecer lo que nos ha dado y permitido hacer. Es interiorizar que, en realidad, somos beneficiarios de Sus designios de Amor. 



A veces ni nosotros mismos entendemos lo que somos cada uno. Y muchas veces ni nos gusta lo que somos. Sin olvidar que otras tantas veces deberíamos avergonzarnos de lo que somos y hacemos en nuestras vidas... Pero al final, por la gracia de Dios, nos salvamos y somos uno con El. Somos importantes, cada uno de nosotros, pues para cada uno Dios tiene palabras de Vida Eterna. Somos lo que somos, cada uno a nuestra manera y con nuestras particularidades, porque tenemos Su Gracia. Gracia que NUNCA nos abandona.


Sí, de esta manera sí me gusta mucho la frase. Lo que soy se lo debo a Dios. Es abandonarse en su voluntad, sabiendo que quiere lo mejor para nosotros. Es saberse parte de El, de su Reino, de su pueblo. Y todo esto que somos, lo somos porque El lo ha querido así, no por nuestros méritos o acciones. 


Somos lo que somos por la gracia de Dios. Desde aquí un recuerdo y oración especial por ti, querido Julio. Que sigas siendo lo que eres por la gracia de Aquel que Siempre está contigo. ¡Y felicidades!