Hace unos días escribíamos un comentario acerca de las imágenes de los peces (de Jesús y de Darwin), y hoy continuamos con el tema. A diferencia de los dos milenios de uso de la imagen del "pez de Jesús", la historia del "pez de Darwin" tiene apenas tres décadas, siendo inventada en California en 1983 por dos amigos vinculados a movimientos ateístas y de "libre-pensamiento". Desde su mismo comienzo, la intención fue precisamente simbolizar el "progreso cultural" como supuesta contraposición a la religión. La Teoría de la Evolución de Darwin aparentemente enfrentada al Creacionismo (que se asociaba y desgraciadamente todavía se asocia) con muchos Cristianos.
Como símbolo al fin y al cabo, el "pez de Darwin" ha sido abrazado por muchos que piensan es una magnífica burla y crítica a la religión. Y a la vez se siente como una manera de mostrar cuán "sofisticados y cultos" son aquellos que no comulgan con el Cristianismo -sino con la Ciencia.
Charles Robert Darwin (1809-1882), el biólogo más grande de la historia.
En realidad, la supuesta contraposición entre Dios y Ciencia es un REVERENDO DISPARATE. Un tremendo disparate y manipulación que es repetido por muchos, a lo mejor sin malas intenciones. Y, desgraciadamente, se ha perpetuado sin motivos reales. Como cristianos, la mayoría hemos callado demasiado al respecto, ignorado el tema, o (peor aún) desconocemos qué opinar.
Hay que insistir, hasta el cansancio, que NO hay contradicción entre la creencia en Dios y la aceptación de la Teoría de la Evolución. Asociar la teoría científica de la evolución como algo que prueba o que refuta la existencia de Dios es completamente absurdo. Por tanto, asociar el que una persona sea cristiana o atea (o agnóstica) con la adherencia o no a la teoría de la evolución no tiene sentido.
La existencia de Dios es un tema que va más allá de la Ciencia en general. Es, sencillamente, un tema metafísico (que significa precisamente eso: más allá de la ciencia). Por cierto, que la etimología de la palabra "metafísica" es bien interesante, y se remonta al tiempo de Aristóteles... pero no nos vamos a detener en eso en este momento.
La respuesta a la existencia (o no existencia) de Dios NO se encuentra, y NUNCA se va a poder encontrar, en ninguna teoría científica. Con independencia de cuán abarcadora, general, probada y apoyada sea cualquier afirmación científica, NO TIENE COMPETENCIA ALGUNA en cuanto a demostrar (o no) la existencia de Dios.
La respuesta a la existencia (o no existencia) de Dios NO se encuentra, y NUNCA se va a poder encontrar, en ninguna teoría científica. Con independencia de cuán abarcadora, general, probada y apoyada sea cualquier afirmación científica, NO TIENE COMPETENCIA ALGUNA en cuanto a demostrar (o no) la existencia de Dios.
Honestamente, la Teoría de la Evolución NO pretende explicar si hay o no un Dios. ¡Por tanto, su aceptación (o rechazo) es completamente irrelevante para la pregunta sobre la existencia de Dios!
La Teoria de la Evolución es la base fundamental, y síntesis maestra de la Biología. Sus distintos componentes -desarrollados a través de muchos años e incorporando contribuciones de numerosas disciplinas biológicas y de numerosos autores- están ampliamente demostrados y aceptados por la inmensa mayoría de la comunidad científica internacional. También la Iglesia Católica ha aceptado, hace rato, esta teoría (al igual que otras religiones, aunque no todas).
La Teoria de la Evolución es la base fundamental, y síntesis maestra de la Biología. Sus distintos componentes -desarrollados a través de muchos años e incorporando contribuciones de numerosas disciplinas biológicas y de numerosos autores- están ampliamente demostrados y aceptados por la inmensa mayoría de la comunidad científica internacional. También la Iglesia Católica ha aceptado, hace rato, esta teoría (al igual que otras religiones, aunque no todas).
Su formulación original se debe al británico Charles Darwin, en conjunto con Alfred Russel Wallace (otro famoso biólogo y explorador británico del siglo XIX). Darwin, sin dudas el biólogo más genial de la historia, logró acopiar y sintetizar resultados que le permitieron generar esta teoría. Un siglo y medio después, sus ideas aún forman el esquelto de la teoría moderna de la evolución -que ahora incorpora, además, otras informaciones que no eran conocidas en tiempos de Darwin.
Es verdad que Darwin fue cambiando sus posiciones filosóficas durante su vida. De estudiante para convertirse en clérigo, transitó por diversas etapas de creencia en Dios, hasta que finalmente se consideró a sí mismo un agnóstico. Esto, en sí mismo, es irrelevante para el tema que nos ocupa hoy (aunque es bien interesante para otras discusiones). Las creencias u opiniones de cualquier científico, en sí mismas, no le dan validez a una teoría -su valor está dado por la comprobación independiente de sus postulados, y no por el tipo de vida que su descubridor pueda tener. Esto es válido para CUALQUIER teoría científica, que conste.
También es verdad que la obra científica de Darwin trasciende la Biología y se relaciona con tópicos filosóficos y religiosos. A fin de cuentas, el surgimiento, desarrollo y diversidad de la vida, al igual que la temática de quién es el ser humano, de dónde viene y adónde va, son todos asuntos de importancia capital.
Pero nada de esto significa que ciencia y religión estén enfrentadas u opuestas. Quienes se empeñan en esto, venenosamente, sólo quieren hundir las creencias religiosas.
Como cristianos, y como católicos, tenemos que decir más alto y más frecuentemente esto. NO estamos en contra de la Teoría de la Evolución. NO estamos en contra de la ciencia. NO somos retrógrados, ni supersticiosos, ni tenemos una mente "lavada" con anacronismos o ideas absurdas. El pez de Darwin, NO nos ataca, NO nos contradice, NO nos hace daño.
Pero, que conste, tampoco, nos llena como seres humanos. Porque sólo estamos llenos como personas cuando estamos con Dios. Ningún otro "pescado" puede completar nuestra necesidad y ansia de perfección a no ser que sea Jesucristo. Esta es nuestra verdad, que va más allá de la Ciencia y de sus Teorías.
El pez de Darwin no derrota al de Jesús, sólo mencionar esto es un disparate sin sentido que denota una mayúscula ignorancia y una mala voluntad (probablemente intencional), hacia la Iglesia.
Lamentablemente, aún dentro de la Iglesia hay personas que piensan que la Teoría de la Evolución y/o Darwin son malos. Y, desgraciadamente, algunos "científicos" creyentes se empeñan en proponer alternativas a la evolución. Como, por ejemplo, las teorías creacionistas o de "Diseño Inteligente". Aunque aparentemente atractivas y "sólidamente" basadas en ciencia y religión, estos "engendros" no ayudan en nada -ni a la religión ni a la ciencia. Por eso, tenemos que seguir comentando acerca de estos tópicos, y adentrarnos hasta donde sea necesario para aclarar a aquellos que piensan (dentro y fuera de la Iglesia) erróneamente acerca de la evolución de la vida.
A manera de resumen (por hoy):
1- La Teoría moderna de la Evolución es, sin dudas, la teoría que mejor explica la evolución de la Vida en nuestro planeta (el tema del surgimiento de la vida en sí misma es otro tópico muy relacionado y que frecuentemente se asocia/incluye aquí). Inicialmente propuesta por Charles Darwin en 1859, ha sido enriquecida con otros descubrimientos, desconocidos en ese entonces. La cantidad de pruebas científicas disponibles, la validación de muchos estudios realizados por diversos investigadores en diversos campos de la Biología, y el mayoritario apoyo de científicos mundialmente, son testamento de su validez. Y corroboran que, en el momento presente, es la mejor explicación que tenemos para entender estos fenómenos. Sin dudas futuros descubrimientos mejorarán lo que hoy entendemos, pero el "esqueleto" de la teoría se mantiene igual -ésa es la grandeza de Darwin.
2- La Teoría de la Evolución NO desacredita a Dios, ni a la religión, ni a la Iglesia. Es como pensar que porque la Tierra sea redonda (o cuadrada, o rectangular, o lo que realmente es: un geoide) vaya a cambiar la realidad de Jesucristo. Estamos hablando de dos campos completamente diferentes y NO hay interferencias entre ambos.
3- Aunque la Iglesia Católica hace mucho tiempo ha aceptado la Teoría de la Evolución, lamentablemente todavía hay muchas personas con creencias religiosas que piensan diferente. Y algunas "contra-teorías" como el llamado "Diseño Inteligente" se llaman a sí mismas como alternativas; pero en realidad no son argumentos científicos. Como personas religiosas deberíamos alejarnos de estas "teorías" que no tienen ningún fundamento.
Hay MUCHAS MAS COSAS que comentar y discutir en este tópico. Continuaremos en otras entregas futuras...
Pero, que conste, tampoco, nos llena como seres humanos. Porque sólo estamos llenos como personas cuando estamos con Dios. Ningún otro "pescado" puede completar nuestra necesidad y ansia de perfección a no ser que sea Jesucristo. Esta es nuestra verdad, que va más allá de la Ciencia y de sus Teorías.
El pez de Darwin no derrota al de Jesús, sólo mencionar esto es un disparate sin sentido que denota una mayúscula ignorancia y una mala voluntad (probablemente intencional), hacia la Iglesia.
Lamentablemente, aún dentro de la Iglesia hay personas que piensan que la Teoría de la Evolución y/o Darwin son malos. Y, desgraciadamente, algunos "científicos" creyentes se empeñan en proponer alternativas a la evolución. Como, por ejemplo, las teorías creacionistas o de "Diseño Inteligente". Aunque aparentemente atractivas y "sólidamente" basadas en ciencia y religión, estos "engendros" no ayudan en nada -ni a la religión ni a la ciencia. Por eso, tenemos que seguir comentando acerca de estos tópicos, y adentrarnos hasta donde sea necesario para aclarar a aquellos que piensan (dentro y fuera de la Iglesia) erróneamente acerca de la evolución de la vida.
A manera de resumen (por hoy):
1- La Teoría moderna de la Evolución es, sin dudas, la teoría que mejor explica la evolución de la Vida en nuestro planeta (el tema del surgimiento de la vida en sí misma es otro tópico muy relacionado y que frecuentemente se asocia/incluye aquí). Inicialmente propuesta por Charles Darwin en 1859, ha sido enriquecida con otros descubrimientos, desconocidos en ese entonces. La cantidad de pruebas científicas disponibles, la validación de muchos estudios realizados por diversos investigadores en diversos campos de la Biología, y el mayoritario apoyo de científicos mundialmente, son testamento de su validez. Y corroboran que, en el momento presente, es la mejor explicación que tenemos para entender estos fenómenos. Sin dudas futuros descubrimientos mejorarán lo que hoy entendemos, pero el "esqueleto" de la teoría se mantiene igual -ésa es la grandeza de Darwin.
2- La Teoría de la Evolución NO desacredita a Dios, ni a la religión, ni a la Iglesia. Es como pensar que porque la Tierra sea redonda (o cuadrada, o rectangular, o lo que realmente es: un geoide) vaya a cambiar la realidad de Jesucristo. Estamos hablando de dos campos completamente diferentes y NO hay interferencias entre ambos.
3- Aunque la Iglesia Católica hace mucho tiempo ha aceptado la Teoría de la Evolución, lamentablemente todavía hay muchas personas con creencias religiosas que piensan diferente. Y algunas "contra-teorías" como el llamado "Diseño Inteligente" se llaman a sí mismas como alternativas; pero en realidad no son argumentos científicos. Como personas religiosas deberíamos alejarnos de estas "teorías" que no tienen ningún fundamento.
Hay MUCHAS MAS COSAS que comentar y discutir en este tópico. Continuaremos en otras entregas futuras...
4 comentarios:
Ciertamente es un tema con mucha "tela por donde cortar". Sería muy interesante poder seguir documentándonos, porque a veces, desgraciadamente, muchos cristianos lo evaden para no buscarse complicaciones o quizás porque no están muy seguros de los argumentos que usar para poder discutir de manera inteligente y fundamentada.
Querida Abby,
Vamos a seguir escribiendo sobre este tema, cada vez tratando de adentrarnos un poquito más en ese fascinante mundo de la Ciencia y la Religión...
Muchas gracias por tu constante fidelidad a este modesto blog.
2Corintios 4:4
Muchas gracias, Heiel, por tu escueto pero preciso comentario citando la Biblia. ¡Ojalá y nosotros supiérmos sintetizar con nuestras palabras de esa misma manera!
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