COMPARTIENDO RIQUEZAS: SOLIDARIDAD EN UN ESTADIO DE HOCKEY

A veces se encuentran riquezas donde uno menos lo espera, y en acontecimientos al parecer sin relevancia. El comentario de hoy se centra en un video de Youtube que nos encontramos en Yahoo Canada Sports y que nos pareció muy bueno para compartir. La historia es bien sencilla pero a la vez llena de emoción y esperanza en el género humano: es acerca de cómo todo un estadio deportivo salió en apoyo de una niña de 8 años. El video en cuestión pueden encontrarlo aquí: http://www.youtube.com/watch?v=jU8zyB3W0pU&feature=player_embedded

Antes de empezar un encuentro de hockey, y mientras una niña de 8 años cantaba el Himno Nacional (de los Estados Unidos), el micrófono sufre un desperfecto técnico y de pronto no hay audio. En los segundos que siguen suceden varias cosas a la vez:

- Una persona se ríe a carcajadas de la situación.

- Muchas otras personas inmediatamente tratan de callar a la que –al parecer- se estaba burlando del desperfecto.

- El padre de la niña se acerca, listo a brindar apoyo a la pequeña ante la potencial vergüenza que ella podría sentir con lo sucedido.

- Las personas en el estadio se dan cuentan de la situación y todos (incluidos los jugadores que ya están en el terreno) empiezan a cantar al unísono.

- Al terminar el Himno, todos aplauden de manera especial –el artículo de Yahoo dice que incluso los jugadores sonaron sus bastones de hockey contra el hielo (una manera de mostrar respeto, saludo y apoyo).

Esta historia, por sí misma, parecería una parábola bíblica contada en tiempos actuales. ¡Cuánta riqueza en los “personajes” y en las posibles interpretaciones de lo sucedido! Veamos:

- La ruptura del micrófono podría representar aquellos inconvenientes e imponderables de la vida, que están presentes en cualquier lugar y momento.

- La mujer que se ríe de lo sucedido, y que ha sido ridiculizada por miles de personas comentando el hecho en Internet. Simboliza aquellos que no nos compadecemos ante las desgracias ajenas… ¿O quizás no? No queremos ser “abogados del diablo”, pero a lo mejor la pobre mujer sólo se rió como una reacción espontánea, sin intención de ofender, algo que puede sucederle a cualquiera… De todos modos nos imaginamos que para este momento esta persona debe sentirse mal consigo misma por lo que hizo.

- El padre que, discretamente, se acerca dispuesto a acoger a su hija con un abrazo de apoyo y cariño… ¿quién puede negar que ésta no es otra sino la viva imagen de Dios nuestro amoroso Padre?

- Las personas que espontáneamente reaccionan al unísono para brindar su apoyo a la pequeña. Seguramente que algunos pocos empezaron a cantar y los demás los siguieron. ¿No es así como se construye El Reino de Dios aquí en la Tierra?

- La jubilosa celebración al finalizar el Himno, donde todos tienen que haberse sentido parte de algo especial aquella noche. Porque en ese momento todos se hicieron uno para apoyar a uno de “los más pequeños”. ¿Acaso esto no es “la comunión de los santos” que rezamos en el Credo?

A lo mejor Uds. tienen otras interpretaciones de lo sucedido. Cualquier historia puede siempre interpretarse de muchas maneras... Y seguro que algunos por ahí dirán, molestos: “Mira a los fanáticos esos, ¡cualquier cosa les sirve para hablar de dios!”, y seguirán con más improperios contra la religión y la Iglesia.

Como quiera que otros la vean, nos pareció a nosotros que ésta es una historia de solidaridad, cariño, cercanía y apoyo de unos a otros. En momentos que nos sintamos “en baja” o desencantados con las cosas que pasan en nuestro mundo, sucesos como éste son un bálsamo de optimismo. Porque cada vez que estas cosas pasan nos acercamos un poquito más a Dios. ¡Aleluya!