Mi hermano Juan ha compartido conmigo una serie de escritos sobre los Padres de la Iglesia, redactados en un estilo sencillo, breve y fácil de seguir. Los artículos fueron preparados para ser publicados en algún momento en la revista Amanecer (pueden encontrar su sitio web aquí), perteneciente a la Diócesis de Santa Clara (Cuba). Pero también nos pareció que ponerlos en este blog contribuiría en algo a difundir más este mensaje, que creemos es de interés para muchos católicos. Esperamos que sean de utilidad para nuestros lectores.
Los Padres de la Iglesia, Introducción al tema.
Por: Juan Manuel Fernández Triana
Volver la mirada a los escritores
de los primeros ocho siglos de la Historia de la Iglesia es una tarea
apasionante y al mismo tiempo ardua no sólo por lo lejano en el tiempo y por la
profundidad de sus escritos, sino además, porque durante muchos años sus obras
permanecieron publicadas en sus idiomas originales, como el latín, griego,
armenio, siríaco, y no fue hasta comienzos del siglo XX donde por primera vez
se hicieron traducciones al español, destinadas fundamentalmente a seminarios o
a estudiosos de algunas universidades.
¿Quiénes son los Padres de la
Iglesia? Esta primera cuestión será fundamental tenerla
presente a la hora de adentrarnos en el estudio de esta rama de la Teología
llamada Patrología, que no es más que la ciencia que investiga la vida,
escritos y doctrinas de los Padres de la Iglesia.
El término de Padres se le ha otorgado a los
escritores antiguos del cristianismo, comenzando por los que fueron discípulos
de los Apóstoles hasta San Juan Damasceno (+749); incluyendo los autores de Occidente
y de Oriente; los que escribieron en defensa de la fe o representando la
doctrina eclesiástica, también los autores que hicieron malas interpretaciones
de las Sagradas Escrituras, sobre todo de la encarnación y naturaleza de Jesús,
y terminaron, produciendo o apoyando ciertas herejías. Es interesante, pues, a
lo largo de estos primeros siglos descubrir figuras tan relevantes como San
Ignacio de Antioquía o San Agustín, y encontrarnos con figuras igualmente
importantes, pero que con su erudición se desviaron de la doctrina de la
Iglesia como lo fueron Tertuliano y Orígenes.
Pretendemos acercarnos a los
Padres y a sus obras, no con miedo, ni tampoco como si tratáramos temas aburridos e inútiles para
los tiempos actuales; tampoco con el ánimo de que no entenderemos nada. Nos
acercaremos más bien, para conocer y disfrutar de esa gran herencia que recibió
la Iglesia en los primeros siglos de su vida,
y además reconocer cómo el Espíritu Santo a lo largo del tiempo ha seguido
suscitando hombres y mujeres de letras que han sido un manantial de frutos de
bien para la Iglesia, como fueron durante la Edad Media Santo Tomás de Aquino y
Santa Teresa de Jesús, y en los tiempos contemporáneos el actual Papa,
Benedicto XVI.
Gracias a los estudios emprendidos
hace años por catedráticos y teólogos de numerosas facultades de teología de
universidades católicas, ortodoxas y protestantes, el camino ha sido bien trillado
para comprender mejor la estructura del tiempo de la Patrística, y descubrir
cómo aún somos herederos de ese legado espiritual que es motivo de unión para
todas las confesiones cristianas, que reconocen en los escritos de los Padres,
una fuente siempre nueva y siempre buena para dar razones de esa fe que con
alegría confiesan en medio de la sociedad en cualquier parte del mundo, donde
está presente el testimonio de hombres y mujeres que proclaman que Jesús es el Señor.
2 comentarios:
¡Qué tema más interesante! Me ha dejado con deseos de seguir leyendo y aprendiendo. Espero por las demás. Realmente la Historia de la Iglesia es maravillosa, es encontrarse con Dios paso a paso.
Muchas gracias, Abby, por tus comentarios. Esperamos intercalar los escritos de Juan con otros, serán seis partes en total.
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