15 de octubre de 2011

Invitación a raíz de las últimas visitas Papales

En los últimos dos meses el Papa ha realizado un par de viajes fuera del Vaticano. En Agosto fue a España, con motivo de la Jornada Mundial de la Juventud. Y en Septiembre fue Alemania, su país de nacimiento. Las dos visitas han tenido un triste denominador común: la feroz crítica a la Iglesia Católica, a la figura del Papa en sí misma y a la religión en general.

Cualquier excusa fue buena para lanzar estos ataques. Que si los gastos de las visitas son escandalosos en tiempos de recesión. Que si “los indignados” se manifestaron contra el Papa. Que si la religión debe ser un asunto exclusivamente privado. Que si los homosexuales son discriminados por la Iglesia. Que si el Parlamento de un país no debe reunirse con el Papa. Que si los curas pedófilos (¡de nuevo!). Que si el aborto es un derecho. Que si el Papa tiene disculparse más. Que si esto, que si lo otro. Lo que sea. Cualquier cosa es buena para atacar la figura de Benedicto XVI, y con él, al resto de la Iglesia. No importó si los que protestaban, o se quejaban, o criticaban, eran minoría. Igual los medios de prensa corrieron (¿parecería que hasta con enfermiza alegría?), a reportar en detalle estos ataques. Al leer algunos sitios web, casi que parece estar en una guerra contra la Iglesia –y una guerra en que la Iglesia y el Papa estaban claramente perdiendo.


Los sentimientos anti-Papa, y anti-clericales en sentido general, parecen que alcanzan sus cotas más altas con estos acontecimientos. Todo el mundo se lanza al ataque, y arremeten contra todo lo que huela a religión. Parece ser no sólo algo “de moda”, sino también “civilizado”, “culto”, de personas con pensamiento “progresista”. Atacar la Iglesia Católica es como un “deporte nacional” en este mundo secularizado de hoy.

Desde que comenzamos a escribir este blog, nos ha parecido importante el que se oigan voces diferentes al respecto. Claramente la nuestra no es ni una gran voz, ni la más capacitada o calificada para salir en defensa de la Iglesia. Pero de todos modos creemos que es importante que, aquellos que nos sintamos católicos y con fe en Dios, no nos quedemos callados. Por eso seguimos aquí, aunque nuestros escritos no sean de gran calidad. O no los lean muchas personas. O nos tome tiempo prepararlos. No importa. Es nuestro granito de arena.

No podemos callar, no podemos replegarnos, no podemos aceptar esta idea de “mantener la religión como algo privado”. TODOS y cada uno de nosotros, a su manera, desde sus talentos y capacidades personales, está llamado por el mismo Dios a ser testigos de su Amor. Y a defender nuestra fe, nuestras raíces, nuestras convicciones. Desgraciadamente, hasta en la mente de muchos católicos actuales se ha permeado este sentimiento de “batirse en retirada”, de dejar que las cosas sigan como van, de aceptar como “normal” que el mundo esté contra Dios y contra la religión…

No podemos confundir el respeto a la libertad de cada persona (que incluye incluso negar y atacar a Dios) con nuestro deber –¡y derecho!- a vivir y a proclamar nuestra fe ABIERTAMENTE. No podemos aceptar que se pisoteen estos derechos. Por años se ha criticado como la Iglesia, en ocasiones, ha sido intolerante. Y, cuando ha sucedido, ciertamente no está bien. ¿Por qué entonces aceptar ahora la intolerancia religiosa? ¿A nombre de qué? ¿Por qué?

Querido lector, que te has acercado a este blog quizás por casualidad, o inadvertidamente haciendo una búsqueda en Google, o porque algún amigo te envió el vínculo a esta página. Cualquiera que sea el motivo por el que ahora mismo estás leyendo este escrito, por favor interioriza que es una invitación y oportunidad que te brinda Dios de hacer algo por su Reino. No te quedes inactivo, en silencio, ocupado en otras cosas. Si Dios y la Iglesia importan para ti, decide hacer algo al respecto.

Hay muchas cosas que hacer, que podemos hacer, que no requieren gran tiempo ni talentos especiales. La más importante es posiblemente dar testimonio de Cristo con nuestras vidas, que las personas vean en nuestro comportamiento diario lo que significa ser cristiano. También podemos intervenir, la próxima vez que escuchemos algún comentario negativo sobre la Iglesia en el trabajo u otro lugar, y dar otra opinión.

Incluso en este mundo digital, donde se desarrollan tantas “ciber-batallas” contra la Iglesia, podemos intervenir como “soldados” de Cristo. Por ejemplo: enviando comentarios a sitios webs donde se critica a Dios (o donde cualquier noticia sirve para criticar la Iglesia). Que los que escriben y leen allí, tengan la posibilidad de escuchar otras opiniones y posiciones además de las feroces críticas a la Iglesia. Si no lo hacemos nosotros, ¿quiénes lo van a hacer? El Papa actual ha exhortado a los católicos a utilizar más las tecnologías modernas y medios de comunicación para llevar el mensaje del Evangelio al mundo. Es lógico, es adaptarse a los tiempos actuales, donde el Internet tiene tanto peso en la vida de las personas.

Por favor, no se queden callados. Aún desde la comodidad de sus sillas y escritorios, con sólo teclear algunas líneas sencillas, podemos apoyar estos esfuerzos. ¿Qué creen? A lo mejor se animan a enviarnos sus comentarios y opiniones a este blog… o a cualquier otro lugar, no importa. Pero NO sean inactivos, es nuestro deber el construir el Reino de Dios. ¡Animo y adelante!

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