18 de mayo de 2011

Esperanzas desde el desencanto

Varias razones han conspirado en contra de nuevas contribuciones al blog en las últimas semanas. A la crónica falta de tiempo se han sumado dificultades de la vida (esas pequeñas cruces del diario) y complicaciones laborales. Pero más que nada nos ha sacudido un escándalo ocurrido recientemente con uno de los sacerdotes de nuestra parroquia. Una de esas historias que duelen en los más profundo y dañan a tantas personas.

Sólo conocemos los detalles que la prensa dijo, por lo que no tenemos elementos para opinar con base. El sacerdote en cuestión había sido acusado en la década de los 70, cuando tendría unos 30 años de edad, de tener relaciones sexuales con dos muchachas de 14 años (al parecer los incidentes ocurrieron en momentos diferentes). En esa época fue encontrado culpable y juzgado por la ley, y cumplió condena por 10 meses. Pasaron tres décadas y el sacerdote llegó a la diócesis de Ottawa a trabajar en varias parroquias apoyando en algunas misas. Cuando la prensa se enteró de la historia y la publicó, los medios oficiales de la diócesis dijeron no saber de su pasado o no haber sido informados del mismo. Al parecer nadie quiso cargar con responsabilidades, o clarificar elementos. Al sacerdote se le prohibió oficiar misas en la ciudad, y como por arte de magia desapareció de la parroquia.

De esta historia se podrían comentar muchas cosas, pero no nos sentimos con ánimos de lanzarnos a una disección detallada. Sólo tenemos que decir, para ser honestos, que en los 5 años que le conocimos, parecía un sacerdote extraordinario. Atento, cariñoso, tremendo predicador, preocupado por los ancianos, niños y pobres. Eso es lo único que sabemos y que podríamos decir de él. Por eso la noticia nos cayó como un cubo de agua congelada. Ese hubiera sido uno de los últimos sacerdotes de quien hubiéramos pensado estas cosas.

No estamos negando su pecado y su crimen. Mucho menos el daño ocasionado a esas dos jóvenes. Nadie ha dicho que no falló, ni que su fallo fuera pequeño.

Pero, hay que preguntarse por toda la algarabía que se ha formado en la prensa. Y tantos que inmediatamente han aprovechado a lanzarse con energía a criticar la Iglesia Católica, el celibato, la creencia en Dios… De momento todos se disputan el hacer leña del árbol caído. Aquí vamos otra vez… Se nos olvida pensar si tenemos derecho a lanzar la primera piedra (parafraseando el pasaje del Evangelio).

El manejo de este tipo de crisis por parte de la Iglesia también deja que desear, en nuestra modesta y no calificada opinión. Y eso duele mucho. Y daña mucho…

Si, son días duros, la mente no está clara para seguir escribiendo en este blog de temas católicos. Ciertamente hemos pensado en dejarlo, a fin de cuentas no somos personas autorizadas para escribir un blog religioso. Ni creemos que tenga mucha importancia, o que nuestra ausencia se eche a ver.

Y entonces hemos recibido un correo de nuestra más fiel lectora, una de las pocas que nos anima y escribe comentarios acerca del blog. Su mensaje es como un bálsamo en estos momentos, por eso nos parece bueno el compartirlo con los demás (pocos) lectores que se acercan al blog. Copiamos sus palabras a continuación:

“El blog de ustedes no será la gran sensación periodística mundial, pero para los que lo siguen es una ventana, una pequeña luz, una forma de encontrarse como cristianos comprometidos en medio de la realidad que cada cual vive. Y este es el centro de la idea: ser cristiano no es un paseo en alfombra mágica, es un compromiso que abarca a la persona de manera total, y la Fe que nos anima puede tambalearse con tantos y tantos problemas, traiciones, desengaños, abandonos, que a diario encontramos, pero es ahí mismo donde tenemos que retroalimentarnos: ¿en qué se basa nuestra Fe? ¿qué nos anima a continuar a pesar de tantos pesares? No es una comunidad parroquial en la cual nos sentimos acogidos, no es el grupo de amigos con los que nos encontramos cada domingo, no es la personalidad atrayente de un sacerdote o religioso (a), no es la belleza de una música bien interpretada ni  la arquitectura de un Templo. Todo esto puede ayudarnos a vivir nuestra Fe, pero es CRISTO y solamente Él el centro total y absolutamente verdadero de nuestra FE, y ésta se traduce en una actitud esperanzada y esperanzadora en nuestra vida, y más todavía, y más urgente  todavía, en la expresión del Amor en toda su magnitud (en la medida de nuestras posibilidades, claro). Y para nutrir estas virtudes esenciales tenemos la oración personal y el regalo de los regalos: la Eucaristía, la prueba de AMOR más hermosa que Cristo nos dejó. Estas son las "herramientas de trabajo" de nuestro caminar como cristianos comprometidos en este mundo: Fe, Esperanza, Amor; Oración, Comunión. Así nuestro actuar será cada vez mejor, llevará el mensaje de amor y esperanza con más claridad a los que nos rodean. Dicho así todo parece fácil, pero cuando en nuestra cotidianidad nos tropezamos con tantos obstáculos: comunidad no acogedora, amigos que nos fallan, sacerdotes que denigran el Orden Sacerdotal, etc., etc., pues entonces solemos permitirnos olvidar la grandeza real de nuestra Fe, como que perdemos la brújula, por eso hablo de la retroalimentación, para no perdernos, para retomar nuestro camino de cristianos cualquiera que sea la realidad en la que vivimos. Yo hablaba de los pequeños inconvenientes de cada día, y es verdad que los hay y muchos, pero ¿cuántos momentos de bonanza y bendición no nos rodean continuamente? Es que el mundo moderno tiende a magnificar lo negativo, lo desastroso o lo simplemente superficial y a quitarle toda la importancia a lo lindo, lo bueno, lo alegre, lo verdaderamente valioso. Entonces nos toca a nosotros recordarnos lo que de verdad cuenta, ayudarnos unos a otros a animarnos y levantar la vista hacia arriba cuando los golpes y desengaños nos tumben, y el blog viene siendo un poco de esto. Dios es grande, Su Iglesia es fuerte; el demonio tendrá fuerza y poder, pero nunca, jamás, va a prevalecer, así que a "ponernos las pilas" y seguir, Dios necesita de nuestros pequeños granitos de arena, de nuestros pequeños pasos de Fe, Esperanza y Amor, cada cual con lo suyo, pero siempre dando todo el amor que podamos, haciendo todo el bien que esté a nuestro alcance”.

Muchas gracias a nuestra fiel lectora por su apoyo y ánimo. Y que Dios acompañe a todos los implicados en esta historia. Que Su misericordia cubra a todos, y que Su mano llegue a los corazones de todos para que podamos cambiar para mejor algún día.

3 comentarios:

Abby dijo...

Gracias por usar mis palabras y por considerarlas útiles. Realmente considero el blog como un regalo espiritual para estos momentos. No permitan que acontecimientos difíciles los desanimen. ¡Que Dios los bendiga hoy y siempre!

Anónimo dijo...

No tengo el conocimiento de la cantidad de lectores de estos escritos, pero lo importante es que hay personas que los leen. Asi que animo y no desfallezcan.

Tere y Jose dijo...

Muchas gracias, Abby y Anónimo, por el apoyo constante. ¡Sin Uds no tiene sentido nuestro esfuerzo!