1 de enero de 2012

LO QUE QUEDÓ POR DECIR

Terminó el año 2011 y de pronto nos damos cuenta que hace días no escribimos en el blog. La celebración de la Navidad, con todos los momentos que conlleva: el compartir con familia y amigos, el participar en las misas, el tomarse tiempo para reflexionar, descansar, disfrutar, rezar, llamar a seres queridos... Sencillamente no nos alcanzó el tiempo.

Queríamos escribir otros comentarios acerca de la Navidad, de villancicos, de otras experiencias relacionadas con este importante tiempo litúrgico... Tendremos que dejar esas historias para más adelante. O quizás para la próxima Navidad. O, quizás, quedarán en el baúl de las historias que nunca se contaron... 

Anoche, mientras asistíamos a la última misa del año, y antes de salir a celebrar con amigos y familia el nuevo año, pensábamos en esto. La misa fue como un oasis de paz, de detenerse brevemente para reflexionar sobre las mil y una facetas de la vida... antes de lanzarnos de nuevo a la vorágine y prisas del diario.

Sí, estamos limitados. Limitados en el tiempo. Limitados en nuestra capacidad de escribir sostenidamente para el blog. Limitados en el talento y en tantas otras cosas...

Nos quedan muchas otras cosas por decir y por compartir aquí. Trataremos de continuarlas con el nuevo año, y quizás podamos hacerlo mejor. Pero no nos engañaremos con propósitos ingenuos o que no podamos cumplir. Nuestras limitaciones no han desaparecido sólo porque el año pasó de 2011 a 2012. Nada en la vida es tan fácil ni tan sencillo.

De todos modos, todavía estamos en Navidad, y la riqueza espiritual de este tiempo todavía está presente. Con esto en mente trataremos de continuar lo mejor que podamos. Como familia, como esposos, como padres, como cristianos y como ciudadanos del mundo. Y ésos mismos deseos son los que deseamos a todos lo que nos leen y a sus familias.

Una vez más: Feliz Navidad, y esperamos verlos por nuestro blog en este recién comenzado 2012. Volveremos pronto...

2 comentarios:

Abby dijo...

Siempre se nos quedan frases por decir, gestos por hacer, eso nos pasa a todos. Y no basta la simple intención. Pero, una vez más, dejemos que el amor hable. Y aunque ya casi estamos finalizando enero, no importa, felicitar, dar gracias, decir "te quiero", no tienen fecha de vencimiento. ¡Y hace tanto bien al que los da como al que los recibe! Así que: ¡Felicidades, gracias, los amo! (Todo en uno, ja,ja!)

Tere y Jose dijo...

Muchas, muchas gracias, Abby por tu cariño y apoyo. Trataremos de seguir con el blog para poder decir (escribir) más cosas... También te queremos, eso tu lo sabes.