25 de agosto de 2012

Recemos por los que enfrentan calamidades

En estos días una tormenta tropical, con nombre bíblico, atraviesa El Caribe. A su paso está dejando más que nada lluvia, al menos por el momento -es posible que a su paso por la Florida gane más fuerza y entonces ocasione más daños. 


Por supuesto, en los lugares más pobres el significado de las afectaciones es mayor. Precisamente en esos lugares donde ya habían miles de problemas y calamidades ahora llega esta nueva. Da tristeza ver las personas que han perdido sus humildes viviendas, especialmente cuando uno imagina lo difícil que les será reconstruirla...

Estos son momentos para pensar en la fragilidad de la vida, y rezar por aquellos que lo han perdido todo (o que incluso han muerto, como las cuatro víctimas en Haití). Aunque este "huracán Isaac" (todavía no es huracán, pero puede serlo pronto) no sea el más terrible o dañino, la temporada ciclónica apenas está en sus inicios. Seamos solidarios, al menos en la oración y en sentimientos de cercanía para con las víctimas.

Más allá de las calamidades naturales, en muchos de esos lugares que ha atravesado Isaac, los problemas son mayores que los de un simple temporal. Males de fondo, que sacuden a esas naciones y a sus ciudadanos. Injusticias de todo tipo que claman a Dios por el sufrimiento que ocasionan en tantas personas... A veces se nos olvidan estas verdades, tan enredados como estamos en nuestras pequeñas realidades y nuestros pequeños egoísmos.

Y aunque no sea mucho lo que podamos hacer desde la lejanía, esta es de todos modos una oportunidad de examinar qué estamos haciendo por nuestros hermanos. Y qué más podemos hacer. Siempre es posible hacer un poquito más, rezar un poquito más, sensibilizarnos más con el sufrimiento ajeno e interiorizar lo importante que somos CADA UNO de nosotros. Estamos todos interconectados, y todos necesitamos ayuda de todos.

Por lo pronto, tengamos un momento de cercanía con esos hermanos nuestros que están sufriendo en estos momentos.

No hay comentarios.: