13 de junio de 2011

La Civilización del Amor

A fines de la década de los 80, se popularizó en muchos templos católicos cubanos la canción “Nueva Civilización”. Pueden encontrar una versión, con una melodía ligeramente diferente a como se canta en Cuba, en este vínculo de Youtube (http://www.youtube.com/watch?v=ydfxiLlrhXU&feature=related). La canción se compuso para la primera Jornada Mundial de la Juventud con el Papa Juan Pablo II, en el año 1987 en Buenos Aires, Argentina. En Cuba la canción se acogió con toda la fuerza y entusiasmo que fuera posible, y rápidamente se extendió más allá de la Pastoral Juvenil hacia todos los rincones y actividades parroquiales. ¿Quién no recuerda esos encuentros donde los participantes se tomaban de las manos para cantarla juntos?

Además de la música, la letra de la canción se utilizó como inspiración en retiros y convivencias. Yo recuerdo, por ejemplo, que el tema central de la Convivencia Salesiana de Jóvenes de 1988 se dedicó a “La Civilización del Amor”, y durante esos días los jóvenes participantes reflexionábamos con entusiasmo (¿y también ingenuidad?) sobre las posibilidades reales de construir esta sociedad alternativa basada en el Amor. Adjuntamos debajo imágenes de los cantorales de dicho encuentro, impresos con uno de esos viejos mimeógrafos que mencionamos en un comentario anterior (http://venconnosotrosacaminar.blogspot.com/2010/12/el-viejo-mimeografo.html).


Por esos tiempos llegaban a orillas cubanas ecos de la perestroika soviética (que lamentablemente poco duraron en la isla); el ENEC había transcurrido exitosamente un año antes en La Habana, y en muchos ámbitos eclesiales se respiraban aires de apertura hacia todo y todos. La letra de la “Nueva Civilización” calaba bien en el espíritu del momento con frases como: “una tierra que no tiene fronteras”, “una Patria más justa y más fraterna”, “el que manda entiende que el poder es un servicio”, “el que cree contagia con su vida”, “la justicia es la fuerza de la paz”, “la verdad es la fuerza que nos da la liberación”. Y por supuesto, el estribillo que mencionaba al nuevo sol de la nueva civilización y a la cadena del amor más fuerte que el odio y que la muerte.

Sí, por un tiempo esta canción fue como un catalizador de energías positivas y esperanzas en un futuro de armonía. Un futuro que parecía, si bien utópico, al menos posible de alcanzar en aquellos tiempos… ¿O a lo mejor todo fue una percepción errónea mía, desde la inexperiencia de la juventud?

En cualquier caso el futuro inmediato, ése de comienzos de los años 90, trajo cosas bien diferentes. Los pequeños espacios de apertura “a la perestroika” se cerraron, la economía colapsó simultáneamente con el derrumbe del socialismo en Europa, el “Período Especial” llegó de súbito, las emigraciones en masa alcanzaron cotas altísimas, y la Iglesia volvió a ser atacada luego de la carta pastoral de 1993 “El Amor todo lo espera”… ¿Qué se hizo de aquella “Civilización del Amor” y de nuestros proyectos por construirla?

Y no fue sólo en Cuba. El mundo cambió extraordinariamente en los siguientes años, y muchas cosas ya no fueron las mismas. Y después del “9/11” se volvió aún más difícil pensar en la posibilidad de un nuevo sol para este mundo, al parecer cada vez más alejado de aquel “el camino es el amor” que cantábamos con tanta ilusión.

Y aquí estamos,  casi un cuarto de siglo después que se popularizara esta hermosa pieza. Si alguien se parara hoy a proponer su contenido como un plan de acción, lo más seguro es que muchos dirían que es una locura sin sentido ni posibilidades de alcanzarse. Pero, quizás por eso mismo, es importante recordarla, analizarla, dejarse llenar por su contenido una vez más. Porque, aunque no lo creamos, seguimos necesitando ese mensaje e invitación a construir la civilización del amor.

Lo que pasa es que sólo lograremos esto cuando hagamos espacio en nuestras vidas para Dios, el único que puede dar sentido a este “sin-sentido” en que a veces parece que nos movemos. Sólo El puede completar esta utopía de Amor y hacerla posible. Como dice el final de la canción, “porque El ha venido a la tierra para unirnos. Lo sabemos: el camino es el Amor”.

2 comentarios:

Abby dijo...

Cuántos recuerdos trae esa canción! Es cierto. Y también que "el nuevo sol" no parece que se pueda levantar en este mundo, pero siempre pienso que paso a paso, poco a poco, se van logrando al menos, "chispitas de luz", que algo iluminarán, alguna guía serán para muchos. Estoy convencida de que la idea de la canción late en el corazón de muchos. Me gusta pensar en clave de esperanza y optimismo. Y la canción lleva a esos pensamientos positivos.

Anónimo dijo...

Abby, tu comentario ha sido escrito un 13/11 a las 11:13...